¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ABRAZOS?

El otro día, 21 de enero, fue el día mundial del abrazo. Pero el Coronavirus nos ha dejado sin ellos. No nos podemos abrazar como queremos, ni dar todos los abrazos que necesitamos. A pesar de lo importantes que son. Por lo que puede dejarnos secuelas emocionales.

Los abrazos nos generan confianza y seguridad, reducción del estrés y hormonas de la felicidad.  El contacto físico favorece la conexión neuronal, fortalece el sistema inmunológico y transmite calma. Por lo que los abrazos ayudan al buen crecimiento emocional y físico de los niños. Son una necesidad básica.

Es importante el contacto físico en la crianza del niño para desarrollar emociones positivas en el y en la relación que tiene con los demás. Ya que el no recibir caricias, abrazos, …, afectan al desarrollo saludable de las personas y en algunos niños, en el futuro, se manifiestan como bloqueos a la hora de relacionarse afectivamente con los demás.

Cuando los niños son pequeños, solicitan el afecto de los mayores, llorando. Si no le atendemos afectivamente, se genera ansiedad en su cerebro.

Un niño que no es abrazado, al que no se le ofrecen refuerzos positivos, tiene un sistema inmunológico más débil.

Por lo que cuantas más caricias, más abrazos y más palabras demos a los niños, más rápido se desarrollaran las estructuras cerebrales.

Los abrazos relajan, los abrazos están cargados de significado, ya que la piel está conectado con el cerebro. Y aunque hayan ciertos momentos en que los niños eviten los abrazos, en el fondo están agradecidos. Les estamos demostrando que les queremos, que les valoramos y los reconocemos. Y eso siempre gusta. También hay que tener en cuenta que si los abrazos vienen de alguien a quien queremos, tienen más valor.

Por lo que los abrazos dentro de casa deberían de ser algo normal, del día a día. Pero desde marzo de 2020, y por culpa del coronavirus, los abrazos han disminuido. Y es normal que notemos que hay menos afecto en nuestra vida, lo que puede afectar a nuestro bienestar.

El distanciamiento social al que nos está obligando este virus, ha modificado la relación con otras personas y, muchos psicólogos pronostican, que en un futuro, apareceran trastornos obsesivos, ansiedad, síntomas depresivos,…

Por lo que todo ello demuestra lo importante y necesario que es para nosotros, un buen desarrollo del sistema, tanto afectivo como emocional. Y ojala esto acabe pronto y podamos volver a abrazarnos, a sentirnos cerca los unos de los otros.

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