Ha pasado más de un mes desde que el virus COVID-19 nos dejó encerrados en casa. Nos ha cambiado las rutinas y nos ha obligado a adaptarnos a una forma de vivir para la que no estábamos preparados. Tanto las nuestras como las de nuestros hijos, los cuales se han adaptado como auténticos campeones.
Desde el principio, hemos estado recibiendo una gran cantidad de información sobre contagio, prevención, pautas… todo ello llevándonos a un estado de alarma donde el miedo y la preocupación han ido cogiendo fuerza.
Para los más pequeños esto tampoco ha sido fácil. Han tenido que entender que hay un virus “malo”, un “bichito” o un “monstruo” que no nos deja salir de casa por nuestra seguridad, y eso no es fácil de asimilar, por lo que lo importante es adaptar el lenguaje a ellos.
Los menores tienen necesidades físicas y emocionales que cubrir. Necesitan actividad física, jugar, moverse, ya que están programados para ello, y para relacionarse con sus iguales, desarrollar habilidades sociales. Todo ello contribuye a un correcto desarrollo madurativo y estando en casa es difícil de conseguir. Aun así, se han adaptado, han aceptado jugar en casa, hablar por video llamadas y aprender desde casa, pero también han tenido que pasar por momentos de incertidumbre, agobio y frustración.
Pero toda crisis tiene sus fases. Y aunque la vuelta a lo que conocemos como “normalidad” todavía este lejos, y seguramente no vuelva como antes la conocíamos,… En unos días los menores van a poder salir a la calle, a dar un paseo, a que les dé el aire y el sol que tanto necesitan y necesitamos. Y eso es una gran noticia que conlleva consigo una gran responsabilidad tanto para adultos como para los niños.
Tal vez nos surjan nuevas incógnitas, miedos o preocupaciones debido a la información cambiante que estamos recibiendo sobre este nuevo “permiso”, por ello debemos tener en cuenta una serie de pautas como:
- habla con tu hijo/a. Es importante que haya una conversación con los pequeños de la casa para que se sientan seguros y tranquilos de expresar, escuchar y preguntar dudas o inquietudes. Acláraselas adaptando la información a su nivel madurativo. No le hagas sentir mal por lo que siente, es mejor que le reconfortes y ayudes a entender que si se puede salir es porque es seguro, pero con unas normas. Puedes utilizar palabras como “yo también estoy algo preocupada, es normal”. Recuerda que somos sus modelos a seguir, si nos ven preocupados se preocuparán, si nos ven tranquilos se relajarán.
- da información adaptada. Cada edad y cada niño tiene una capacidad de comprensión distinta, pero a todas las edades explicar las cosas es necesario para su comprensión. Explícales que ya no verá tantos coches, ni tanta gente, que algunas tiendas están cerradas, pero que todo irá volviendo a la normalidad. Utiliza un lenguaje adaptado a su edad y a sus conocimientos.
– dales las pautas de higiene pertinentes. Concreta con tu hijo/a las pautas de higiene que vais a seguir, guantes, alcohol desinfectante, mascarilla… Explícale por qué es importante hacerlo para que lo entienda mejor. Podéis hacer un mural/cartulina y pegarlo en la puerta del baño o en la puerta de casa con las normas de higiene acordadas, tanto a la hora de salir como de entrar en casa.
- y las normas. Recuérdale que al igual que antes había unas normas de comportamiento ahora también las hay, pero algo distintas. Pregúntale que normas cree que puede haber, pacta con él/ella algunas normas como preguntar antes de hacer algo, no tocar cualquier cosa… Si participa en las normas se sentirá más responsable e implicado/a. Pero es importante que quede claro que es un paseo corto, y siempre que lo necesite, que no puede tocar nada, ni compartir los juguetes de los demás, a los cuales tampoco va a poder saludar, y al llegar a casa hay una serie de medidas de desinfección que hay que seguir, como quitarse los zapatos, cambiarse de ropa,…
– juega. Podéis plantear algunos juegos en la calle para que le sea más atractiva y estimulante la salida. Juegos tipo “veo, veo”, contar cuantos pajaritos vemos, hacer algún sonido si pasa un coche de X color, cualquier juego que entre en las medidas de seguridad y a tu hijo le guste hará más agradable la salida.
– hacer un diario. Podéis llevar un diario de las salidas, eso le puede ayudar a proponer nuevos juegos, a explorar como se ha sentido, que le gustaría para la próxima salida… se puede hacer con dibujos o como tu hijo/a prefiera.
Pero… ¿y si mi hijo/a no quiere salir?
Es posible que muchos niños/as tengan reacciones de rechazo ante la posibilidad de salir a la calle, bien sea por miedo, por agobio o por desconocimiento, sea cual sea la razón, necesita de tu ayuda y apoyo.
– Explícale que igual que el virus llego sin que le invitáramos ahora se ha ido porque nos hemos portado muy bien, porque hay gente trabajando para echarlo y que si hacemos las cosas bien y seguimos las normas no hay nada que temer.
– Dale tiempo, si no quiere salir el primer día no pasa nada, ve dándole información y confianza, opciones que le puedan hacer la salida más apetecible como que elija él/ella la ruta, o escoja algún juguete para usar en la calle, o también podéis inventaros un juego para que la salida sea algo más divertida.
Las medidas acordadas por parte del gobierno, han sido, aunque la información es muy cambiante, estas son las últimas actualizaciones que tenemos a nuestro alcance:
- Una salida al día y de un máximo de una hora.
- Se podrá pasear hasta un kilómetro de distancia máxima desde el lugar de residencia.
- El horario permitido será de 9:00 a 21:00 horas.
- Un adulto podrá acompañar hasta tres niños como máximo.
- El adulto deberá acompañar solo a los niños con los que conviva.
- Deben respetar las medidas y recomendaciones de distanciamiento social e higiene.
- Se permite salir con juguetes tales como pelotas o patinetes.
- Podrán hacer ejercicio: correr, saltar…
- No está permitido el acceso a parques y zonas infantiles.
- En zonas rurales se puede salir por bosques y campos respetando las normas de distanciamiento social.
Y también recordar que este alivio, quiere decir eso, alivio, no significa que tengamos la obligación de salir. Los padres debemos ser los primeros responsables y saber cuando nuestros hijos necesitan salir y cuando pueden quedarse en casa, con otras actividades, recursos,…, ya que, aunque es cierto que la curva de contagios va bajando, el “bichito” sigue estando. Por eso, por favor, actuemos con cabeza.
Si necesitáis alguna pauta más concreta o cualquier otra cosa, no dudéis en preguntarnos.