Seguimos con nuestro mes del TDAH, y después de haberos hablado sobre lo qué es el TDAH y sus mitos, hoy os vamos a hablar de como se evalúa.
Hay varios tipos de evaluación, la clínica, la psicopedagógica y la nueropsicológica. Lo recomendado es que se realicen las tres.
En la evaluación clínica vamos a tratar de descartar la existencia de patologías, evaluando la sintomatología y explorando los aspectos psicológicos, afectivos y conductuales.
En la evaluación psicopedagógica, vamos a tratar de evaluar los aspectos relacionados con el aprendizaje y las competencias intelectuales, detectando sus posibles necesidades educativas, para establecer un plan de actuación individualizado.
Y en la evaluación neuropsicológica, se trata de evaluar el desarrollo madurativo global, explorando las funciones ejecutivas y las áreas cognitivas del cerebro, como memoria, atención, fluidez verbal,…
Nosotros en Ensenyam, para evaluar seguimos el protocolo de la Fundación CADAH, donde:
hay información del ámbito escolar, quien, normalmente, son los primeros en detectar la sospecha de TDAH y comenzar a evaluar y derivar, para también, una vez recogidos todos los resultados de las pruebas, adaptar la intervención del centro y los apoyos a sus necesidades.
Este informe debería llegar al pediatra por parte de los padres, para que éste sea quien derive a la USMI (Unidad de Salud Mental Infantil) por un posible trastorno de hiperactividad, o a neuropediatría.
También puede ser que la primera detección se haga a través del ámbito medico de atención primaria, y sea el pediatra el que, gracias al seguimiento que hacen de los niños, derive a la USMI o neuropediatría. Además puede hacer un escrito para el centro escolar, solicitando un intercambio de información.
En la Unidad de Salud Mental Infantil, cuando ya se ha confirmado la sospecha, se concluye el diagnostico y son estos equipos los encargados de valorar el inicio o no de un tratamiento farmacológico o psicoterapia, terapia educativa,…, según las necesidades de cada niño.
También existe pruebas complementarias que dan más información a los especialistas, tanto del trastorno, como de otras posibles patologías asociadas, y estas son:
-Pruebas de neuroimagen
-Evaluación neuropsicológica
Y en nuestro caso realizamos una valoración psicopedagógica con:
-evaluación y entrevista con el tutor, que es quien mejor conoce al niño y sus dificultades.
-evaluación y entrevista con la familia. A veces, en la entrevista, vienen los niños, lo cual también nos sirve para realizar una observación de ellos, de las relaciones familiares,…
-pruebas psicométricas: como las escalas de Wechsler, EDAH, PROLEC-R y/o PROESC, TELE, test de CARAS, Figura de REY, BENDER, .., que miden atención, capacidad intelectual, lecto-escritura, funciones ejecutivas, tareas de viso-construcción y escalas para evaluar el TDAH tanto en el ámbito familiar como escolar.
-análisis de los informes médicos.
-análisis del expediente académico.
En cuanto a la evaluación en adultos, se realiza:
-una evaluación de su historial clínica.
-una evaluación de los síntomas del TDAH, nosotros usamos la de Conners de adultos o DIVA 2.0.
Existen otras entrevistas que pueden sr completadas por el sujeto o por el profesional.