TDAH ¿QUÉ ES? ¿CÓMO TRABAJAR?…

 

Este año nos hemos propuesto cada mes dar visibilidad a un tipo de trastorno.

En enero hablamos sobre el TEA con un post sobre señales y signos de alerta y otro sobre las  diferentes terapias que hay.

Y este mes vamos a dar visibilidad al TDAH. Vamos a publicar varios post, pero vamos a empezar por ver qué es el TDAH, sus características,…

Los niños con TDAH se suelen ver desde muy pronto, presentando fracaso escolar, impulsividad,…, por lo que los profesores llaman más veces a los padres, los compañeros les llaman “malos, gamberros,…”, y les lleva a problemas de autoestima, conducta y emocionales.

El Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) es el más frecuente de los trastornos del neurodesarrollo infantil y afecta entre un 6 y 10 por ciento de los niños. Normalmente se diagnostica entre los 6 y 12 años.

Los síntomas más frecuentes del TDAH, aunque no siempre aparecen de manera conjunta, pero si puede ir acompañado de otro tipo de trastornos:

  • falta de atención.
  • impulsividad.
  • hiperactividad.

Y están alteradas las tareas cognitivas como la memoria de trabajo, la inhibición (motora, cognitiva o emocional), la atención selectiva y sostenida, fluidez verbal, planificación, flexibilidad cognitiva y control de las interferencias.

Las características en su evaluación son:

1- Atención y concentración: dificultad a la hora de establecer un orden para realizar tareas; les cuesta ponerse en marcha para realizar cualquier actividad, desde vestirse, hace los deberes,…; se distraen fácilmente con cualquier otro estimulo; presentan problemas para mantener la atención hasta finalizar la tarea.

Por ejemplo, cuando están haciendo un ejercicio se ponen a hacer algún dibujo en la libreta o en el libro, juegan con el lápiz,…, que por eso se les cae tantas veces.

Pierden u olvidan cosas básicas, como la chaqueta, el estuche,…; parece que no escuchan cuando le estás hablando; olvida hacer sus tareas cotidianas, desde cepillarse los dientes, recoger la mesa,…

2- Impulsividad: casi siempre actúan sin pensar, hablan cuando no toca y sin pensar, contestando a veces aunque no se haya acabado de formular la pregunta; le cuesta obedecer las órdenes.

Pero esto no sucede porque no quieran obedecer, sino porque se les olvida lo que tienen que hacer.

Suelen ser poco precavidos y olvidan planificar las tareas y los materiales que necesitan para realizarlas.

3- Hiperactividad: mueven los pies y las manos, se levantan de la silla, van de un lugar a otro sin motivo aparente, se balancean sobre la silla, siempre tienen que tener algo entre las manos, hacen ruiditos inapropiados, hablan en exceso. Y esto les hace parecer antipáticos y rechazados por sus iguales.

Si están jugando les cuesta mucho esperar el turno y jugar de forma tranquila.

¿Cuál es el origen del TDAH?
Hay que atender a tres posibles causantes: factores genéticos, circunstancias ambientales y la interacción de ambos escenarios.

Los últimos estudios existentes muestran que el TDAH tiene un origen genético, el 77 %, afectando a neurotransmisores y neuromoduladores, preferentemente dopamina y noradrenalina.

¿Y los padres o profesores?

Éstos suelen ser más autoritarios, controladores e invasivos, aún cuando no son agresivos o desobedientes, pero lo hacen debido a los problemas escolares y sociales que presentan.

Es importante el tratamiento con estos niños, ya que si no se tratan adecuadamente puede llevar al fracaso escolar y que no tengan un proceso normal de sociabilización. También tienen más probabilidad de ser más propensos a tener conductas de riesgo, sufrir accidentes o consumir drogas. Por lo que debe de ser multiprofesional, siempre trabajando en colaboración con la familia, profesores, psicólogos, pediatra, neuropediatra o psiquíatra.

Por lo que hay que tratar al niño desde un enfoque integrador y multidisciplinar, trabajando todos los puntos de vista, clínico, escolar y familiar.

Pero los objetivos son para todos los mismos, reducir los síntomas del trastorno, mitigar o suprimir los síntomas asociados (ansiedad, depresión, trastorno de la conducta), mejorar las consecuencias del trastorno en aprendizajes escolares, lenguaje, escritura, actitud, relación social, etc., y educar al niño y a su entorno en esta problemática, mediante información exhaustiva oral y escrita.

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