ES CARNAVAL Y MI HIJO NO SE QUIERE DISFRAZAR

Esta semana es carnaval.

De normal en los colegios, durante toda la semana, hay actividades donde los niños deben de llevar camisetas decoradas, zapatos diferentes, caras pintadas,…, hasta el viernes que se disfrazan. Pero también en las ciudades/pueblos, hay pasacalles, fiesta, música, y disfraces.

Y a nosotros nos gusta disfrazarnos y hacer el indio durante una semana o unas horas, pero a todos no. Cuando ya lo tienes todo preparado para esta semana, llega tu hijo y te dice que eso no se lo pone.

Al igual que hay niños que les gusta el agua y a otros no, también los hay que no les gusta disfrazarse. Por cualquier razón que ellos te den. Puede ser desde que no le apetece, siente que hace el ridículo, siente vergüenza,… O porque el disfraz que le hemos comprado o le hemos hecho le resulta incomodo. Pero también que no comprenda esta fiesta.

¿Y qué podemos hacer nosotros?

Los disfraces tienen un componente muy bueno que deja volar su imaginación. Se divierten disfrazándose, dando rienda suelta a sus sentimientos y emociones.

Los niños, desde muy pequeños, muestran sus preferencias. Y muchas veces somos nosotros los que no las tenemos en cuenta. Y creemos que deben de hacer lo que todo el mundo hace en ese momento, y que deben de disfrutar de las mismas cosas que nosotros o los demás compañeros o hijos de amigos. Aunque no quieran. No debe ser una obligación para ellos el disfrazarse. Por lo que tampoco debemos de sorprendernos si no quieren o no les gusta disfrazarse. No por eso tenemos hijos raros.

Tratar de convencerles con palabras,…, puede que funcione, o puede que no. Pero hay que convencerlo, no chantajearlo. No vale el “si te pones el disfraz de Minion te doy un chocolate”.

No es buena idea obligarle a hacer algo que no quiere, y que, no es importante, como puede ser llevar un disfraz o no llevarlo porque todos se lo pongan.

Si no se quiere disfrazar, respétalo, y que no se disfrace. Descartamos el carnaval. Si no quiere participar de la fiesta, que no participe, no pasa nada.

Lo que tenemos que aprender en este caso, y con esta negativa a disfrazarse, a participar del carnaval, es a conocer a nuestro hijo. Él es diferente a nosotros, es una persona diferente, con gustos, intereses y motivaciones diferentes.

Aunque si en lugar de negativa muestra horror, si sería conveniente averiguar el porque tiene miedo a esta fiesta. A lo mejor sólo se trata de un problema de timidez.

Pero participe o no, hay que enseñarle a disfrutar del momento.

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